martes, 26 de junio de 2012

Toledo - Asturias vol. 2

SIERRA DE MADRIZ - CUÉLLAR




Me despierto escuchando el sonido del despertador del móvil, son las 9 y toca despertarse para salir zumbando para la sierra con la bici.

Desayuno, recogemos las cosas de la cuerda de tender, (qué apañaos que somos mama) hacemos las alforjas de nuevo, nos ponemos las pilas con un buen desayuno, y con las prisas se me olvida el cepillo de dientes y el protector solar, ya que tenemos que dejar un pequeño recuerdo en cada lugar, Unas fotos y a rodar! 

Vamos en dirección Cercedilla, para ello Álex hace memoria de caminos que él ya había cogido anteriormente por la zona, pasamos el pueblo y hacemos estragos con las pegatinas. Cuando nos queremos dar cuenta ya estamos subiendo el puerto de Fuenfría, al principio por carretera hasta llegar un poco más adelante de un punto de información, recogida de campamentos etc. donde sale la carretera de la República, una antigua carretera proyectada, y a medio hacer que al final se ha quedado en un camino por la sierra de madrid bastante curioso. Subimos y subimos, le preguntamos a un lugareño que si este camino llega hasta la cima y nos dice que sí, le hacemos caso y tomamos un desvío a la izquierda, un camino por el cual tenemos que bajar de la bici y empujarlas para poder subir a duras penas, luego nos daríamos cuenta que había un camino un poco más decente, pero bueno... nos gusta la aventura! no? llegamos al final de ese tortuoso camino de descenders. 

Unos metros más arriba, tras pedalear por este entorno para mí tan impensable para Madrid, me parece mentira que haya espacios tan bonitos, cuidados y tan naturales cerca de la gran urbe, de todas maneras se nota que es viernes por la mañana y aún no esta lleno de domingueros.
Ya habíamos llegado al mirador de la reina (sí, mirador de la reina en el camino de la república) unas fotos, unas barritas y a continuar el camino, que nos quedaba un poco de subida aún, en la cual nos encontramos con un bonito bambi comiendo por ahí, que por supuesto se espantó por nuestra radicalidad freedoniana jajaja.


Hacemos cima, nos encontramos con otros bikers que nos ayudan a escoger el camino para bajar hasta Segovia. Que gustazo, ahora todo bajada, nos lo merecemos. Nos abrigamos un poquito, ajustamos las alforjas y a disfrutar de la bajada. Piedras y más piedras, las alforjas resuenan, se notan en las curvas como se desequilibra la bici pero van bien, no se rompen a pesar de ser del Decarthon, durante toda la bajada vemos señales que nos recuerdan que hay que usar los frenos de la bici pero nos queda mucho camino y hay que reservar las pastillas de freno jajaj. Estamos disfrutando muchísimo y aún nos queda lo mejor...

Se acaba el camino pedregoso justo al lado de una pila enorme de troncos, seguimos bajando con las manos heladas (parece mentira el calor que pasamos ayer y el frío que hace hoy, pero esto es la sierra y yatusabes) es lo que tienen los 1800m casi, esta vez por una carretera entre pinos y más pinos, alcanzamos velocidades bastante curiosas, y bajamos en cuestión de minutos hasta que se nos plantea la decisión de tomar el camino de santiago o seguir con la senda madrileña. Optamos por la primera opción guiados por los mapas de Álex.

Bajamos, esta vez el camino es bastante técnico y ya tememos más que por las alforjas por las bicis y por nosotros mismos. El camino nos pide disfrutar brincando tirarnos todas las trialeras rápido pero sabemos que este viaje no consiste en eso así que nos lo tomamos con calma dentro de lo que cabe. Exacto ...dentro de lo que cabe haha

Legamos a un prao al más puro estilo Astur (Aunque Álex diga lo contrario) con sus vaques y más pilas de pinos, aquí nos volvemos a encontrar con los bikers con los que anteriormente habíamos charlado en la cima, y hacemos el resto de bajada prácticamente con ellos.

Esta bajada si que es la ostia, sendero, el paisaje no deja nada que desear, peraltes, curvas contraperaltadas, saltos, trialeras, la verdad es que haciendo este tipo de cosas conoces parajes estupendos y este es uno de los sitios donde tengo que volver, pero sin alforjas.

Terminamos la bajada y nuestros amigos bikers Segovianos ya nos han pillado, así que como ellos también van para la ciudad del acueducto, vamos todos en plan verano azul semi cicloturista. (Álex es Chanquete)
Llegamos a Segovia, uno de ellos nos indica como llegar hasta el acueducto y nos aconseja caminos para continuar nuestra ruta hacia la zona Cuéllar (digo zona porque este día no teníamos ni idea de donde dormir exactamente)

Vemos el acueducto, y nos topamos con un mercado de la mujer rural (ya empiezo a entrar en materia con el mundo de los mercados pero esto solo es la punta de iceberg jajajja) comemos una empanada y algo más, un descanso, unos dulces y nos marchamos en dirección al alcazar. Llegamos, unas fotos con el romano de la puerta jajajja un vistazo al alcazar, que lo siento para los Toledanos a mi parecer más bonito que el de Toledo (hahaha Alex) y nos piramos rápido para Zamarramala. A partir de este pueblo cogemos un cacho del camino de santiago, y nos alegramos por ello, ya que es lo que queremos; caminos. Para chasco nuestro, el camino se acabó/perdimos/desapareció cuando todo iba bien, rodábamos a buen ritmo y disfrutábamos del paisaje. Así que tuvimos que improvisar, haber ya habíamos pasado Valseca, y el siguiente pueblo era Carboneros de Ausin, queríamos llegar hasta Yanguas y unos pedigüeños en un bar nos indicaron. Pero como siempre volveríamos a hacer lo que nos diera la gana jaja, pero sin quererlo.

Después de unas cuantas "Z" llegamos a Yanguas, de allí a Tabaneras y finalmente hasta Carboneros, donde decidimos tomar el camino de al lado de la autovía para no perdernos más. Pedaleamos por tierra de pinares hasta el agotamiento y paramos en un pueblecito llamado Navalmanzano, donde nos tomamos unos refrigerios en el bar "pi 3,1416" y conquisto la plaza con pegatinas. Tras comprar un protector solar que ya nos hacía falta por los estragos del sol, tiramos millas otra vez por el camino adyacente de la autovía. 

Se nota que ya estamos bastante cansados, y el terreno arenoso tampoco nos lo hace fácil en algunos tramos. Pasamos Pinarejos, Gomezserracín, Sanchonuño y hacemos una parada técnica entre pinos resineros. Joder el culo ya, y las piernas, estamos un poco hartos de bici ya pero sabemos que queda poco para llegar a Cuéllar donde decidimos quedarnos y buscar algún sitio donde dormir. Nos motivamos poniendo la súper radio un ratito con la caja de resonancia para que la podamos oír(playera) jajajaj y tiramos. 

Parece que el pueblo se vaya alejando pero solo quedan 20km. Por fín llegamos, y levantamos los puños en señal de victoria una vez allí la estrategia fué la siguiente; preguntar por hostales a los lugareños era la primera opción, la cual se componía por dos hostales, uno caro, que deshechamos y otro bastante cutre y de mala fama en el pueblo, y más barato, que para pasar una noche estaba más que aceptable, y además era de nuestro amigo Búlgaro Eli jajaja pero la cuestión era dormir gratis o que nos costase lo menos posible, así que tuvimos que barajar más opciones, por lo tanto tocaba rebuscar y rebuscar.

Para aclararnos, decidimos pensarlo con la tripa llena así que bajamos al día a pillar la cena, unos plátanos, unos bocatas (Con mi chorizo sucio por culpa de Álex jajaja) y unas galletas radiactivas con relleno sabor chocolate lo que no quiere decir que sea chocolate en sí. jajajaj. Bueno que me voy del tema. Álex llama a su padre para ver si conocía a algún amigo que fuese de Cuéllar y efectivamente. Su amigo Juan Senovilla el verdulero es de Cuéllar y presidente de la sociedad de agricultores de agricultura ecológica , así que tratamos de contactar con él al más puro estilo FBI llendo a bares, a su casa y acosándole al móvil pero nada, no le encontnramos.
Comiendo en la plaza conocemos casualmente al primo del susodicho y su hijo tira una pegatina de los Freedom que le he regalado por la alcantarilla... en este pueblo están todos locos jajaja
Esperamos cual perroflautas en la calle tirados y decidimos que hay que desechar la opción del verdulero Juan también, así vamos la plaza a hablar con los curetas del pueblo (tercera opción) para ver si nos dejan algún lao para dormir, los curetas no están, unos chicos muy amables de un bar de la plaza se apiadan de nosotros y nos dicen hasta donde viven los curas para ir a molestarles a casa, pero ni con esas (estarían hablando con dios) Un chico nos trata de conseguir una habitación en un albergue de un pueblo cercano, pero está completamente lleno por un campamento, así que una amiga nos dice que bajemos al bar de un familiar de Juan, el amigo del padre de Álex (Que lío) para ver si ellos sabían donde estaba. Eso hacemos.

A partir de aquí todo fué rodado, y no nos lo podíamos creer, entramos al Bar Atlántico de Cuellar donde nos acogieron como a sus hijos, fué contarles un poco lo que estábamos haciendo y lo que pretendíamos y todos cogieron el móvil para buscarnos un sitio para dormir. A la media hora ya teníamos casa, nos habíamos tomado algo en el bar y teníamos colegas en Cuellar. Nos dirigíamos a "La Comuna" acompañados de Luis el poeta y otro colega del Atlántico. Nos acomodamos y conocemos al sobrino del "Chemón" (Chemón junior) con el cual charlamos y nos enseña la casa, una mezcla de casa okupa hippiepunki alternativorural. perfecto. Ducha, unas cañitas con Chemón jr y amigos, les contaremos nuestra aventurirlla y nos ayudarían a diseñara un poco la salida desde Cuellar hacía el río Duero, lo cúal como siempre seguiríamos sin seguir las indicaciones jajaja vamos porque nos perderíamos antes de llegar a donde nos habían indicado nada más ahora tocaba acostarse que mañana nos espera un día duro.




*(_·-·PEDALEA O MUERE ·-·_)*

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